martes, 8 de septiembre de 2009

Letra de imprenta

El impresor leyó el texto antes de encajarlo para la impresión y desde las primeras líneas quedó anodadado. No sabía si aquello realmente podía imprimirse, y en todo caso, se cuestionó si debía hacerlo, por encima incluso de otras consideraciones. ¿No tenía él acaso derecho a opinar?. Y aún así ¿Quién era él para privar a la humanidad de semejantes revelaciones? Claro que luego quizás vendrían las represalias ¿Eso, y las represalias? Por que el mundo no sería el mismo tras publicar todo aquello. Alguien se preguntaría, buscaría responsabilidades, llegaría hasta la puerta de aquel tallerucho de artes gráficas. Quizás no fuese un alguien si no una turbamulta de horrorizados ciudadanos a quienes han quitado el sustento moral sobre el que se basaba su mundo adocenado y confortable. Una tumultuosa caterva de indignados congéneres salidos de despachos y oficinas, negociados y trastiendas, almacenes y fábricas a destrozar el origen de aquella verdad tan sucia e inasible que resultaba imposible hacer la vista gorda. El impresor se imaginó arrastrado, vejado y golpeado hasta la muerte por la multitud enfurecida que destriparía su cadáver para dar de comer a sus perros. Cuando logró despertar de su ensueño, tomó el teléfono, marcó un número y esperó a la voz al otro lado de la línea

- Cari -dijo- no me esperes a cenar, volveré tarde. Tengo un encargo pendiente.

3 comentarios:

Tierralandia dijo...

No lo entiendo!!! es todo un sueño??? es una metáfora???

Tontoquienlolea dijo...

Hombre, todo es una metafora en la vida... El caso es que el impresor decide editar el libro aún imaginándose cuáles van a ser las represalias.

Tierralandia dijo...

Esperaba que el final tuviera un giro como que se lo repensara a última hora o que el tema misterioso del texto fuera algo humorístico...
No me imaginaba que pudiera ser un ejemplo de valor y sacrificio.

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