Nadie se había percatado porque nadie se fija en estas cosas. En quién entra y quien sale, me refiero. No al menos que haya alguna queja, y con este señor nunca las hubo. Si preguntas en el bloque, probablemente ninguno de los vecinos podrá darte una descripción medianamente acertada de él; cómo era, si llevaba gafas, si saludaba al subir en el ascensor... ¿Quién se acuerda? Luego vinieron los de la compañía eléctrica. De esto tampoco se dio cuenta mucha gente, vecinos me refiero. Son personas poco curiosas. Generalmente trabajan demasiado para poder pagarse un piso en esta comunidad y el poco tiempo de ocio lo dedican a ver la tele, digo yo. Los de la electricidad vinieron a comprobar un contador que seguía marcando registros de consumo cuando yo mismo les dije que ahí no parecía vivir nadie. Y realmente no vivía nadie, por decirlo con poca delicadeza. A los de la electricidad les abrí la puerta con el manojo de llaves de repuesto que guardaba en conserjería. El hedor era horrible. Cuando conseguimos entrar lo vimos allí, sentado en el sofá, muerto desde hace bastante tiempo -un infarto quizás- ya descomponiéndose su cadáver, frente al televisor encendido. ¿Cuánto llevaba así? medio año probablemente, por que estábamos en mayo y las luces del árbol de navidad seguían parpadeando insistentemente, inútilmente. En el contestador, además, no había ningún mensaje.
Después de aquello no deja de atormentarme la posibilidad de que haya más cadáveres en más apartamentos. Gente que muere sola, sin que nadie se dé ni cuenta... por que nadie se fija en estas cosas.
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