Cuando la brigada llegò a la casa marcada como lugar de los hechos, un rayo de sol atravesaba limpiamente la cristalera de las ventanas del salòn. Ese rayo se estampaba contra la pupila yerta de quien pudiera haber sido Manfred Bader y que ya no era nadie. Si asì hubiera sido, esta historia solo serìa un incidente màas en una hoja de servicio todo con tal de que sus detalles no vinieran a acuciarme con refuerdos no invitados. Por que no tengo màs recursos que mis manos muertas para la piel muerta de la noche. Y mientras alguien rìa regocijado en la penumbra seguiràn pudriéndose lentamente los cadàveres de aquellos cuyo aliento apestò aquella estancia de la casa marcada como lugar de los hechos. La brigada llegò para contemplar la destrucciòn impasible de la carne sin vida.
No pudieron hacer nada por sus cuerpos, no sabemos qué habrà sido de sus almas.
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